Oraciones del Padre Nuestro y el Ave María y aplausos acompañaron ayer el entierro de doña Sara Mena Peniche viuda de Correa en el Panteón Florido. Al mediodía, su féretro yacía junto a la tumba de su esposo, Víctor Correa Rachó, primer alcalde panista de Mérida.
Quizá el destino, o como señal de su amor a los desprotegidos, hizo que ella se llevara a la tumba un modesto arreglo floral que llevó Zoila Murguía Sánchez, humilde mujer que caminó con doña Sara en la campaña a la gubernatura de su esposo en 1969, cuidó casillas y defendió el voto correista.
“Ponga mis flores en la tumba”, pidió Zoila Munguía a Luis Humberto Correa Mena, quien estuvo al frente del funeral junto con su hermano Jorge Eduardo.
Correa Mena estiró la mano, tomó el pequeño arreglo floral y lo depositó sobre el féretro de su madre, que ya había bajado a la fosa. Luego, los sepultureros sellaron la tumba con cemento.
Dieciséis coronas y una cruz de flores, todas sin nombres de los remitentes, fueron depositados sobre las tumbas de los esposos que ahora descansan en la eternidad.
Tristeza general
A diferencia del llanto colectivo que hubo en la iglesia de Fátima durante la misa de cuerpo presente, en el Panteón Florido sólo se reflejó la tristeza de sus familiares, quienes le dieron el último adiós a doña Sara Mena.
Sus nietas María Pamela Correa Cantillo de Flores y Patricia Espinosa Correa de Valenzuela, quienes leyeron en la misa la Primera Lectura y el Salmo, respectivamente, no evitaron las lágrimas de nuevo cuando tocaron por última vez el cristal donde se vio el rostro de doña Sara.
El regidor del Ayuntamiento de Mérida José Luis Martínez Semerena esperó el cortejo fúnebre en el Panteón Florido y coordinó los trabajos del entierro. Cargó junto con los hermanos Luis y Jorge Correa Mena y el profesor Rodolfo González Crespo el ataúd con el cuerpo de doña Sara, de la carroza de Velaciones Quevedo al área donde le darían sepultura, mismo lugar donde por años regañó a los panistas.
El abogado y notario público Jorge Aguilar y Aguilar, quien acompañó a la familia Correa Mena en la iglesia y el cementerio, recordó que él fue oficial mayor en el Ayuntamiento que encabezó el licenciado Correa Rachó en el trienio 1967-1969. Sólo él y el abogado y notario Fernando Castellanos Pacheco, quien fue secretario particular del recordado primer alcalde del PAN, sobreviven de ese histórico ayuntamiento panista.
Se informó que el alcalde de Mérida, Mauricio Vila Dosal, asistió al velorio la noche del martes en la residencia de de la familia Correa Mena, en la colonia García Ginerés. Estuvo de 16:45 a 18:20 horas.— Joaquín Chan CAAMAL.