Sara María Millet Cámara
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Los esposos Juan Enrique Millet Rendón y Sara Cámara Vales en la residencia familiar con sus nueve hijos: al frente, Luis, María Eugenia, Alonso y Javier; detrás, Juan Enrique, Eduardo, Sara María, Carlos y RogerDoña Sara con sus hijos en su último cumpleaños: Sara María, Armando, María Georgina de Peniche, Alejandra de Castro y Carlos GabrielCuatro generaciones: delante, Sara Medina Millet con su bisabuela Sara Vales García; detrás, Sara Millet Cámara con su madre, Sara Cámara ValesOtra estampa familiar de los esposos don Juan Enrique Millet Rendón y doña Sara Cámara Vales con sus nueve hijosAl frente, doña Sara María Millet Cámara con su padre, Juan Enrique Millet Rendón, y su hermana María Eugenia; detrás, sus hermanos Luis, Javier, Alonso, Roger, Juan Enrique y CarlosDoña Sara Millet Cámara con sus hijos: Armando, Sara María, Alejandra de Castro, María Georgina de Peniche y Carlos GabrielDoña Sara Millet Cámara con sus hijos y nietos
Rodeada de sus seres queridos, recibiendo los auxilios espirituales de la Iglesia católica, ayer por la mañana se desligó de la vida en su domicilio de esta capital, después de breve dolencia y a la edad de 82 años, la señora Sara María, “Coquín”, Millet Cámara, ejemplar madre de familia, que dio cátedra de valentía y valor civil durante el juicio a su hijo Armando Medina Millet en el polémico caso Medina-Abraham.
Perteneciente a antiguas y conocidas familias de la sociedad meridana, en cuyo seno disfrutó de general, merecida estimación, por las cristianas virtudes que le adornaban, doña “Coquín” nació el 26 de julio de 1935, primera de los nueve hijos del matrimonio que formaron los señores don Juan Enrique Millet Rendón y doña Sara Cámara Vales. El 25 de octubre de 1955 contrajo nupcias con el señor Armando Medina Riancho, con quien tuvo cinco hijos: Sara María, Armando, Alejandra de Castro, María Georgina de Peniche y Carlos Gabriel.
Durante casi una década encabezó una resistencia pacífica contra las irregularidades en el juicio a su hijo Armando, preso del 8 de mayo de 1996 al 14 octubre 2005. A diversas autoridades de todos los niveles, incluso al entonces presidente Vicente Fox Quesada, exigió transparencia y honestidad en las investigaciones, al grado de convertirse en una de las principales promotoras del juicio político contra cinco de los seis magistrados del Tribunal Superior de Justicia, un hecho inédito en la vida política de Yucatán.
En 1999, durante un plantón de tres días en la Plaza Grande, hizo un llamado a despertar conciencias y hacer que la gente comience a perder el miedo a manifestarse contra las injusticias que se cometen en Yucatán. “Hay que dejar atrás el miedo a manifestarse en defensa de nuestras garantías individuales. Si callamos, la corrupción en la procuración de justicia continuará y afectará a otros ciudadanos”, advirtió en aquella ocasión.
Ahí reunió más de 2,000 firmas de apoyo y recibió muestras de solidaridad de personas de todas las edades y diferentes estratos sociales, profesiones y actividades; vecinos del interior del Estado y de otras entidades, minusválidos, turistas canadienses, sacerdotes y religiosas.
Cristiana comprometida, durante muchos años colaboró con diversos grupos de apostolado, algunos pertenecientes a la Iglesia católica, auxiliando principalmente a personas cuyos problemas debían mantenerse en el anonimato.
En el ámbito social, fue reina del Country Club, antecesor del Club Campestre, en 1954.
Fortalecida por la experiencia personal y situaciones alrededor del juicio a su hijo, dedicó mucho de sí para ayudar a otros, llevando consuelo, ánimos y orientación.
Del recuerdo de su madre, Armando Medina Millet, en representación de sus hermanos, comenta que la describen como “una mujer que toda su vida dio y se dio; ayudó en todo lo que pudo a quien lo necesitaba, en lo material o espiritual, como guía y apoyo. Siempre tuvo algo para alguien necesitado, para quien acudía a ella en situaciones difíciles. Hasta sobrellevó su enfermedad en silencio y con entereza para no preocupar a su familia”.
El cuerpo fue incinerado y las cenizas serán depositadas hoy al término de la misa de 7 de la noche en la iglesia del Señor de la Divina Misericordia, en San Ramón Norte. Habrá misas por el sufragio de su alma mañana martes a las 7 de la noche en la iglesia de María Inmaculada (fraccionamiento Campestre) y el miércoles, a las 8 de la noche, en la iglesia del Señor de la Divina Misericordia.
Además de sus hijos, le sobreviven sus hermanos Juan Enrique, Carlos, Roger, Luis, María Eugenia y Alonso (ya fallecieron Eduardo y Javier); hermanas políticas Ivonne Díaz Gutiérrez, Bertha Reyna Lara, María Teresa González Méndez, Guadalupe Espinosa Peón y Ana Martín Rangel (Mercedes Ponce Peón ya falleció); hijos políticos Mariana Medina Buenfil, Juan Antonio Castro Romero, Luis José Peniche Carrillo y María Teresa Martínez Zapata; nietos Peón Medina, Castro Medina, Peniche Medina y Medina Martínez; cuatro bisnietos, sobrinos y demás familiares, quienes reciben las condolencias de las personas de su amistad, a las que asociamos cordialmente las nuestras.